lunes, 7 de marzo de 2011

Epicuro

Epicuro defiende que todos buscamos la felicidad pero que el problema es que buscamos en el lugar equivocado. Creemos que el dinero y los bienes materiales nos hace felices, pero lo que realmente nos da la felicidad es:
1. Estar con los amigos. En mi opinión es verdad esto que dice, pero aún así no podemos ignorar el dinero y los bienes materiales, aunque no den la felicidad es bueno tener en grandes cantidades ambas cosas siempre y cuando no llegues a tener pensamientos de avaricia. Digo que es bueno tener bastante dinero y bienes materiales, porque aunque no te dan la felicidad, te quitan muchas preocupaciones, y más en esta época en la que el mundo gira entorno al dinero; por culpa del dinero hay hambre en algunas zonas del mudo, se han provocado muchas guerras, se perjudica más la capa de ozono, etc... En cambio los amigos son gratis, y no suelen pedir mucho a cambia, solo que seas honesto con él y que haya una confianza mutua. Me gusta la teoría de Epicuro por esta razón, porque los amigos son realmente lo que importa en esta vida y te conducen directamente a la felicidad. Me siento identificado con esto, porque cuando pienso en los momentos más felices que he vivido solo se me vienen a la cabeza aquellos momentos que he pasado con mis amigos o familiares.
                                              

2. Ser libres y auto-suficientes. No debemos dejar que manipulen nuestras vidas y que nos digan lo que tenemos que hacer. Debemos de ser libres, eso sí, siempre y cuando se sigan unas normas morales que no perjudiquen a los demás. Por otro lado hay que ser auto-suficientes, es decir producir lo que vayamos a consumir, no hace falta tener más, con esto y estar con los amigos podremos encontrar la libertad.

                     
3. Debemos reflexionar sobre lo que hacemos. No solo basta con hacer las cosas, debemos de pensar en lo que hacemos y reflexionar si está bien. En las grandes decisiones deberíamos tomar una pausa para reflexionar sobre si estamos tomando el camino adecuado o si deberíamos hacerlo de otra forma, esto evitaría los errores que nos puedan sacar del camino que sigue la filosofía epicúrea. 










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